Jovenes
Como Joven, tienes tus inquietudes y dudas, tus metas y logros, tu entusiasmo y energía, y sobre todo, tus ganas de aprender.
De saber en lo que crees, de lanzarte a nuevas formas de evangelizar y de ayudar a los demás.
Y te das cuenta de que eres un instrumento valiosísimo para Dios,
para llevar a otras personas a Cristo.